Música especular es una obra para flauta, clarinete en si bemol, viola y violonchelo. Puede encuadrarse dentro de un estilo contrapuntístico imitativo, en cierto sentido llevado a su extremo, pues está articulada en dos grandes secciones, especulares una con respecto a la otra. Todo lo que se ha escuchado en una primera mitad, volverá a escucharse, en la segunda parte, en sentido contrario. Pero el concepto especular impregna toda la obra en otros aspectos, ya que esas dos grandes secciones están formadas por subsecciones que, entre ellas, mantienen ese tipo de característica, bien en su sentido horizontal, bien en el vertical.

Por otro lado, en la  mayor parte de la obra, la línea del violonchelo es la misma que la de la flauta, vista como con una lente de aumento que la cuadruplicase y dejara ver detalles (notas y silencios) que en la de la flauta no se perciben. Y eso mismo ocurre con la línea de la viola, que triplica a la ya mencionada y con la del clarinete, que la duplica.

También se han utilizado, a lo largo de toda la composición, escalas especulares, esto es, escalas cuya mitad posterior es idéntica a su mitad anterior, pero en sentido contrario. Algunas de estas escalas, sin embargo, están polarizadas; quiero decir que se orientan, como es prácticamente ineludible en cualquier música, hacia una nota referencial, aunque solo sea por breves momentos, y la propia nota de referencia cambie de forma continuada en el transcurrir de la obra.

La obra se hizo por encargo de la Comunidad de Madrid para el XXIV Festival Clásicos en Verano y se estrenó el 17 de julio de 2011 en el Centro Comarcal de Humanidades Cardenal Gonzaga Sierra Norte, siendo interpretada por el Grupo Cosmos 21 (www.grupocosmos21.com) formado por Vicente Martínez (flauta), David Arenas (clarinete en si bemol), Thuan Do Minh Dao (viola) y Álvaro Quintanilla (violonchelo), bajo la dirección de Carlos Galán.